Antes de empezar, hay que tener en cuenta que no se debe hacer un diagnóstico casero y que se debe acudir a un profesional en el área, ya que este trastorno suele ser confundido con otros vestigios. Más del 6% de los niños lo padecen, y es más común en varones que en niñas.

Síntomas

El Trastorno por déficit de atención con hiperactividad tiene tres síntomas nucleares a los que hay que estar atentos:

 

Hiperactividad

Este es el más fácil de reconocer y se presenta antes de los 7 años. El sujeto se caracteriza por hablar en exceso, moverse en situaciones donde hay que estar calmado y falta de empeño.

 

Déficit de atención

Este suele ser difícil de notar en los infantes, y suele aparecer cuando se inicia la etapa escolar. Se caracteriza porque el sujeto en cuestión no puede mantener la atención por un tiempo prolongado, le cuesta escuchar y seguir órdenes y no concluye lo que empieza.

 

Impulsividad

Este suele ser el menos frecuente de los tres, y se caracteriza porque el sujeto es muy impaciente, tiende a tocar todo lo que ve, responde de forma dominante e interrumpe constantemente.

 

 

¿Cómo tratarlo?

Si el niño que lo padece tiene hermanos, hay que tener cuidado de no mandar toda la atención sobre él, ya que los otros se sentirán desplazados. Con simples actividades y juegos dinámicos lograrás que el niño o los niños se adapten y manejen con naturalidad las tareas más sencillas.

Lo más importante, realmente, para el niño con TDAH es que la familia esté completamente informada y que adapten el entorno a sus necesidades. Con paciencia y perseverancia, el niño tendrá una vida normal y satisfactoria.

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